Inmanentes Bernales, Díaz, Zegarra, Gonzales y Villacorta.
En 1998, cuatro jóvenes poetas y estudiantes de literatura procedentes de la Universidad Católica alborotaron la Aldea Limense como hace muchos años no acontecía. Bajo el etéreo título Inmanencia y una presentación que evocaba la literatura hermética, el libro publicado por el grupo generó variadas reacciones. La audaz propuesta colectiva -atípica en tiempos dominados por el pragmatismo neoliberal y su mísera estrechez de horizontes- taponeó las fauces de aquéllos sumos sacerdotes de la villa literaria quienes, impregnados de individualismo a la carta, negaban que la poesía aún pudiera ostentar el halo de provocación de otras edades históricas. Enrique Bernales, Florentino Díaz, Christian Zegarra y Carlos Villacorta recuperaban una vía perdida: el poeta como iluminado que une Cielo y Tierra en perfecto consorcio. Inmanencia reivindica dicho espacio con Regreso a Ourobórea (1999), segunda entrega que no ha claudicado en los postulados iniciales: espíritu de cuerpo y una escritura cuya subversión no se nutre del disfuerzo político o del onanismo experimental, sino de la iluminación mistérica. La compaginación invertida del texto es otra de sus incitantes marcas. A diferencia de la aventura inicial, hoy los poetas se identifican tímidamente como autores con vida propia -sin perder de vista la unidad del proyecto-. También es novedad la presencia de Arturo Gonzales, que se incorpora como quinto miembro. (José Güich R.).
No comments:
Post a Comment